El manejar suele ser en general aburrido, dele esa chispa especial a su vida frente al volante, ese toque picante que martirizará la paciencia de todos sus semejantes. Hágase notar entre el asfixiante anonimato de la gran ciudad siguiendo estos sanos consejitos.
La mejor manera de ser un conductor de miel es comprándose un taxi o un microbus. Claro, eso se lo podemos dejar a los más experimentados, que con brillante maestría logran sacar de quicio al más pintao. Pero si usted es principiante en estos menesteres, su automóvil actual puede servirle para la iniciación.
Cada auto tiene sus ventajas a la hora de atormentar al prójimo por estas calles de Dios, por ejemplo, si su auto es de los más chicos usted está en la mejor de las oportunidades para culebrear por entre el tránsito haciendo peligrosas piruetas cual repugnante díptero alrededor de sus víctimas. Nunca se mantenga en un solo canal por más de un minuto, eso le quitaría el prestigio que pudiera haber adquirido como conductor de miee.... que ya es. Acelere a fondo cuando la gente piense que usted va a frenar y frene cuando piensen que acelerará eso los confundirá.
Si usted observa que el conductor delante suyo pone la luz de cruce para cambiar de canal, no pierda ese boche! acelere a todo dar y métasele por el lado donde osadamente este repugnante vecino pretendía solicitarle paso y ni lo mire!, cual piojo púbico y con la típica cara de edonista político Bieloruso, solo mire la trompita de su carrito acelerando y frenando alternativamente en forma amenazante hasta que su derrotado contrincante desista de la absurda idea de pedir paso.
Si su auto es grande como esas altas camionetotas pick up de muchas puertas y grandes llantas pues usted tiene otra ventaja, "La intimidación". Póngale grandes y vistosos mataburros, faros delanteros y parachoques reforzados y péguesele al de adelante en plena autopista en forma amenazante siempre pidiendo paso atropellando a todos con ese aire de mafioso magnate a una constante y alta velocidad. Con el tiempo y el entrenamiento logrará manejar exquisitamente los 8 focos de luz halógena que tiene bien instalados al frente lo que le dará un dominio total de la carretera nocturna encandilando a los que osen acercarse frente a usted.
Otra técnica interesantísima pero de más profundo estudio es lo que algunos investigadores denominan el "Tai Chi Chuan automovilístico". Es la tradicional operación morrocoy. Manteniéndose a la mínima velocidad bloqueando así las aspiraciones motrices de desesperados conductores usted será el centro de atención. Exaspere más a sus congéneres, realizando al mismo tiempo actividades relajantes como urgarse la nariz y oidos, disparando bolitas de sólidas secreciones por la ventanilla, hablando por el celular y hasta enviando chistosos mensajitos a sus amistades. Trate de ubicarse en todo el centro entre dos canales para así multiplicar las molestias por 2. Aproveche este momento para lograr algo de dinero, y es que usted con anterioridad ha contratado un número telefónico de estos 800 de los que le retienen al que llama algo así como $20 el minuto + IVA. Escriba en su vidrio trasero: "Se vende" y seguidamente el número "800-tal y tal" y listo. La rabia será tan incontrolable que pronto estará recibiendo numerosas y jugosas llamadas que dejarán sin saldo a sus incautos y vulgares interlocutores mientra llena sus cuentas del banco en Miami. No se sienta culpable, quien los manda a groseros! que se frieguen!. Escuche con atención los insultos y déjelos que hablen bastante, refuércelos con algún insultico para que sigan inspirándose, recuérdeles a sus más cercanos ancentros o conecte la llamada a una grabadora que les proporcione una estimulación constante.
Llegó el período de lluvias y con él los "deportes invernales del conductor de mieee...", y es que otro agradable y refinado divertimento consiste en mojar incautos en la vía pública. Aproveche estos días lluviosos para mojar peatones, esos tienen las manos desocupadas y no resistirán la tentación de marcar su número 800 si es que no le tiran una pedrada, tan groseros esos peatones!. Claro, los negocios más lucrativos suelen ser los más riesgosos.
También el pisar callos es un refinado pasatiempo que se ha puesto de moda últimamente entre las altas esferas de los conductores de mieeeel. Y es que al divisar usted un peatón que ose poner un pie en el asfalto, arranque hacia él reclamándolo con un leve toque de corneta, desde ese momento, ese peatón es suyo!. Esto porque usted naturalmente no es el único conductor de Mieee... que anda por estas calles, es claro que tendrá competidores a la hora de embestir peatones, que sin llegar a ser arrollados, hasta el más viejito con gran e inusitada agilidad, saltará de nuevo a la acera a pasar el susto de su vida mientras usted lo mira satisfecho con esa risa sarcástica que lo caracteriza, dibujada en el retrovisor.
Así que muchos éxitos!. Si usted ha seguido estos consejos, entonces ya se ha convertido en todo un conductor de Mieeeer...Felicidades...
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